Ansiedad Somática: Cuando el Estrés Causa Síntomas Físicos

Publicado por      07/10/2025     Psicología , Psicología Adultos    Comentarios 0
Ansiedad Somática: Cuando el Estrés Causa Síntomas Físicos

La ansiedad no siempre se presenta como nerviosismo o preocupación mental; a veces se manifiesta única o principalmente con síntomas físicos.

Muchos pacientes acuden primero al médico de cabecera quejándose de dolores de cabeza constantes, problemas digestivos o tensión muscular, sin que se encuentre una causa médica clara.

A esto lo llamamos ansiedad somática o somatización.

El Aviso del Cuerpo: ¿Qué es Realmente la Somatización?

Desde una perspectiva psicológica rigurosa, la somatización ocurre cuando el malestar emocional no expresado o no gestionado se manifiesta a través del cuerpo.

No se trata de "fingir" un dolor, sino de una manifestación real e involuntaria que resulta de un sistema nervioso constantemente activado por el estrés o la ansiedad.

Cuando la mente se resiste a procesar o verbalizar emociones como la tristeza, la ira o el miedo, el cuerpo toma la palabra.

¿Y Cómo se Activan estos Síntomas?

El cerebro (en concreto, el encéfalo) y la médula espinal conforman el Sistema Nervioso Central.

Es éste el que detecta el peligro (sea un depredador real o el estrés de un email urgente), e involucra mediante señales nerviosas y la consecuente liberación de hormonas (adrenalina, noradrenalina…) al Sistema Nervioso Periférico, concretamente a una parte del Sistema Nervioso Autónomo: el Sistema Nervioso Simpático, nuestro "acelerador" evolutivo.

Está activación, comúnmente conocida como sistema de lucha o huida, se caracteriza por una redirección de recursos, desviando la energía de los sistemas no esenciales para la supervivencia inmediata hacia los músculos y órganos vitales para escapar.

En el contexto de la somatización, el problema es que este sistema de alarma está activado constantemente por las preocupaciones mentales (el peligro percibido), no por un peligro físico real.

El cuerpo se queda en modo de emergencia, agotando recursos y causando los síntomas físicos crónicos de la ansiedad.

La Ansiedad Somática Explicada

Para entender por qué tu cuerpo ha aprendido a "gritar" lo que tu mente calla, debemos analizarlo como un proceso de aprendizaje complejo.

  • • 1. Fase de Adquisición (Condicionamiento Clásico): Tu cuerpo asocia una situación estresante con una respuesta física. Se presenta un Estímulo Neutro (entrar a la oficina) y un Estímulo Incondicionado (una discusión fuerte), seguido de una Respuesta Incondicionada (activación simpática). Tras varias repeticiones, el Estímulo Neutro (la oficina) se convierte en Estímulo Condicionado y dispara por sí solo la Respuesta Condicionada (los síntomas físicos). El cuerpo se anticipa a la amenaza.
  • • 2. Fase de Mantenimiento (Condicionamiento Operante): Una vez que el síntoma físico aparece, la forma en que reaccionas lo mantiene en el tiempo. Por ejemplo, quejarse de los dolores nos daría atención, permiso para descansar, consideración (Refuerzo Positivo), o lo que es todavía más habitual: La evitación. Evitar una situación estresante reduce temporalmente la ansiedad o malestar. Estas consecuencias hacen que sea más probable que el síntoma físico vuelva a aparecer cuando te enfrentes a una situación similar, perpetuando el ciclo.

La Paradoja de la Evitación: Cuánto más me alejo, más me ocurre

La evitación requiere una atención especial en el caso de la ansiedad, y muy notablemente en casos de sintomatología física, pues puede favorecer un bucle conocido como el Bucle Hipocondríaco.

Ilustraremos esta preocupación por la salud con un ejemplo:

  • • Sensación Física Anormal: Un dolor de pecho, un mareo.
  • • Interpretación Catastrófica: "Debe ser algo grave, un infarto, una enfermedad terminal." o “Me voy a desmayar”.
  • • Búsqueda de Seguridad/Comprobación: Consultas médicas repetidas, auto-exámenes, búsqueda en internet. O una evitación no encubierta: Abandonar la situación.
  • • Alivio Temporal: El resultado médico negativo ofrece un alivio fugaz, así como el irse del lugar.
  • • Aumento de la Sensibilidad: La atención constante al cuerpo hace que se perciban más sensaciones, reiniciando el bucle con mayor intensidad.

La búsqueda de seguridad es una forma de evitación de la incertidumbre y la ansiedad, lo que refuerza la necesidad de la comprobación (o de escapar) y mantiene el miedo subyacente.

Además, la hipervigilancia al síntoma físico, esa constante atención a variaciones en el cuerpo, hace que se perciban más y más síntomas, con más frecuencia o con más facilidad.

Por último, como se comentaba antes, la evitación se refuerza a sí misma: no solo han aumentado los síntomas, se ha reforzado la conducta de huir, comprobar etc., y cada vez que ocurra, disminuirá la ansiedad y se volverá a reforzar.

¿Cómo Romper el Ciclo y Recuperar el Cuerpo?

Si has descartado causas médicas, el camino es cambiar la función que el síntoma está cumpliendo en tu vida.

Esto ha de hacerse acompañado, estructurado y guiado por un profesional, para evitar confrontaciones abruptas o evitaciones, generar nuevos miedos o reforzar los anteriores, etc.

  • • Desactivación del Aprendizaje: La terapia psicológica ayuda a extinguir la asociación aprendida entre el estrés y la respuesta corporal, identificando las verdaderas causas emocionales.
  • • Exposición Interoceptiva: Se trabaja en exponerse gradualmente a las sensaciones físicas temidas (ej. respirar rápido para simular mareo) en un entorno seguro, rompiendo la creencia de que son peligrosas al pasar la curva de la ansiedad (sin evitar o responder).
  • • Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT): Se enfoca en dejar de luchar contra las sensaciones (físicas o emocionales) y en redirigir la energía de la evitación (que perpetúa el problema) hacia acciones alineadas con tus valores. Terapia Cognitivo Conductual: También pueden ser beneficiosas técnicas como la defusión o técnicas de distracción. Otras herramientas: como las técnicas de relajación serán clave para el tratamiento.

Si tu cuerpo te está enviando señales de alarma constantes, recuerda que es un síntoma de que una necesidad no está siendo atendida, de un aprendizaje que ya no nos sirve.

Un psicólogo no curará tu dolor de cabeza, pero sí puede enseñarte a escuchar el mensaje que ese dolor está tratando de enviar.

¿Te identificas con el ciclo de dolor físico y preocupación?

Buscar apoyo profesional es el paso más valiente para calmar tu sistema y recuperar tu bienestar integral.

En Clínicas Áurea contamos con psicólogos especialistas que pueden ayudarte, puedes agendar tu primera sesión de forma gratuita y sin compromiso.

Si tienes cualquier duda, ¡llámanos o escríbenos por teléfono, WhatsApp o email!

Conoce más de cerca a Lucía Bórnez

Lucía Bórnez es Graduada en Psicología por la CES Cardenal Cisneros UCM. Colegiada M-39491.

Máster en Salud, Integración y Discapacidad , UCM.

Máster en Psicología General Sanitaria UAX.

Formación específica en:

• Curso experto en inteligencia emocional.

• Curso experto en duelo.

• Curso de experto en intervención en TEA.

• Curso de tratamiento en depresión y ansiedad.

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