No estás solo: reconocer la ideación suicida y buscar apoyo

Publicado por      19/11/2025     Psicología , Psicología Adultos    Comentarios 0
No estás solo: reconocer la ideación suicida y buscar apoyo

“No quería morir, solo quería dejar de sufrir” esta frase refleja la complejidad de la conducta suicida, no se trata de un deseo de morir, si no un deseo de dejar de sentir dolor. La conducta suicida es un fenómeno multicausal, lo que significa que intervienen distintos desencadenantes. Constituye un problema de salud pública que afecta a personas de todas las edades, culturas y contextos.

Cada año muchas personas atraviesan un sufrimiento tan intenso que sienten que no pueden continuar. Sin embargo, poner palabras a ese dolor es el primer paso para encontrar ayuda y esperanza. Escuchar y acompañar puede marcar la diferencia. Buscar apoyo profesional es clave para resolver los problemas y recibir apoyo emocional es muy efectivo en la prevención del suicidio.

El papel de las redes sociales

Las redes sociales han transformado la manera en que nos relacionamos, especialmente entre adolescentes y jóvenes. Son muchas las ventajas como los riesgos asociados al uso del internet. Este puede ser una herramienta poderosa para difundir información fiable, reducir barreras de acceso a la ayuda, reducir el estigma y fomentar el apoyo social, constituyendo un espacio de divulgación profesional, donde se promueva la salud mental, y se ofrezcan recursos de prevención y acompañamiento.

Rompiendo mitos: hablar salva vidas

El suicido es un fenómeno cargado de estigma social, en donde a menudo los mitos y el silencio dificultan la búsqueda de ayuda. Reconocer estas falsas creencias es fundamental para generar una mayor concienciación y servir de apoyo.

  • Mito: Preguntar a una persona si está pensando en suicidarse puede incitar a hacerlo.
  • Realidad: Esta creencia es falsa. Preguntar y escuchar a la persona sobre sus pensamientos y emociones, aliviará su tensión. Es muy importante tener una posición de escucha auténtica y de respeto, lo que le indicará que nos preocupa y que deseamos ayudarle.
  • Mito: Hablar sobre suicido públicamente tiene efectos devastadores.
  • Realidad: Depende de cómo se hable. La clave está en difundir únicamente la información necesaria para que constituya un recurso de ayuda. Esta información debe ser responsable y dirigida a la prevención, donde se puede enviar mensajes correctos sobre la posibilidad de prevenirlo y difundir los recursos donde se pueda pedir ayuda.
  • Mito: La persona que expresa su deseo de acabar con su vida nunca lo hará.
  • Realidad: Muchas personas pueden expresar indirectamente su malestar antes de tener una conducta suicida. Cuando se produce una sospecha, se debe indagar y escuchar de una forma adecuada, para que la persona pueda pedir ayuda y encontrar un espacio en el que pueda sentirse segura.
  • Mito: El suicidio es impulsivo y la mayoría de las personas que se suicidan no avisan.
  • Realidad: Es erróneo pensar que no podemos hacer nada para prevenir la conducta suicida. Es muy importante aprender a detectar las señales de alerta y que conozcamos cuáles son los factores que aumentan o reducen el riesgo.

Cómo reconocer señales de riesgo

Identificar las señales puede marcar la diferencia. Estas pueden ser verbales y no verbales:

Señales verbales

  • • Hacer comentarios negativos sobre uno mismo, sobre su vida o futuro.
  • • Despedirse de compañeros profesores o familiares.
  • • Decir frases relacionadas con la muerte, el deseo de desaparecer o dejar de sufrir.

Señales no verbales

  • • Tener una actitud pasiva ante las tareas y obligaciones.
  • • Mostrar falta de interés en las actividades con las que antes disfrutaba.
  • • Aislamiento social.
  • • Presentar cambios repentinos en la conducta como episodios de ira e irritabilidad.
  • • Descenso del rendimiento laboral o académico.
  • • Consumo de alcohol u otras drogas.
  • • Aparición de conductas autolesivas.
  • • Regalar objetos personales a seres queridos, despedirse de seres queridos, cerrar cuentas en las redes sociales…

Si crees que alguien cercano puede estar en riesgo

La persona no está así por elección propia, está sufriendo y necesita comprensión, acompañamiento y ayuda profesional. Es importante mantener una actitud comprensiva, abierta y escuchar sin tener que dar una respuesta.

Qué hacer

  • • Entender su petición de ayuda y transmitir apoyo y disponibilidad.
  • • Empatizar con las dificultades que nos ha contado o con las emociones que manifiestan.
  • • Dar información sobre recursos disponibles.
  • • Explicarle la importancia de que reciba apoyo psicológico facilitar el teléfono de emergencias para situaciones de riesgo.
  • • Resaltar sus fortalezas y los recursos que ha usado para afrontar problemas pasados.
  • • Transmitirle que es posible que el hecho de que no se le ocurran vías de solución alternativas puede verse a su estado de ánimo pero no al hecho de que no existan.
  • • Animar a pensar en objetivos a corto y largo plazo.

Qué NO hacer

  • • Minimizar su dolor (“no estés triste”, “no es para tanto”).
  • • Forzarle hacer cosas que no quiere hacer.
  • • Usar sarcasmos, reproches y amenazas.
  • • Evitar hablar del tema y negar lo que ha ocurrido.
  • • Culpabilizar a la persona.
  • • Juzgar o criticar sus decisiones o emociones.
  • • Discutir, gritar, amenazar o desafiar a la persona.
  • • No tomar en serio lo que te acaba de expresar.
  • • Dar por sentado que no va a volver a ocurrir y no recomendarle algún recurso de ayuda.

Cómo actuar en una crisis grave

  • Llamar al 112 en caso de percibir un riesgo inminente.
  • • Ponerse en contacto con familiares o con algún profesional de la salud encargado de su tratamiento en caso de que lo tuviera.
  • • Informar inmediatamente a padres o tutores legales.
  • No dejarle solo, es importante que la persona se sienta apoyada en ese momento.
  • • Evitar el acceso a medios lesivos.
  • Escuchar: es importante que la persona pueda desahogarse a nivel emocional y que se sienta escuchada haciendo que se reduzca así los niveles de tensión.

Promover la salud mental es la mejor prevención

La primera estrategia preventiva empieza por una buena promoción de la salud mental. Es importante fortalecer factores de protección como:

  • • La capacidad de resolución de conflictos.
  • • La autoestima y autocuidado.
  • • Las habilidades sociales.
  • • Las habilidades de gestión emocional.

Al igual que es clave reducir los factores de riesgo como son el consumo de sustancias, el aislamiento, los sentimientos de desesperanza y el estigma.

Recursos y contactos de ayuda

  • Emergencias: 112
  • Línea 024 (atención a la conducta suicida)
  • Teléfono de la Esperanza: 914 59 00 55
  • Fundación ANAR (ayuda a menores de edad): 900 20 20 10 y 600 50 51 52 (familiares y centros escolares)

El sufrimiento no es eterno ni intolerable ni inescapable. Con la ayuda adecuada es posible encontrar alivio, esperanza y nuevas razones para vivir. La muerte es irreversible, sin embargo, los problemas son temporales y en la mayoría de los casos, tienen solución.

El suicidio se puede prevenir. Hablar de ello, Salva vidas.

Si tú o alguien que conoces está lidiando con un dolor emocional intenso o pensamientos difíciles, en Clínicas Áurea contamos con psicólogas expertas que pueden ofrecer un espacio seguro y profesional para encontrar apoyo y nuevas herramientas. No estás solo/a.

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